Los sistemas económicos involucran todas las acciones y actividades relacionadas con la producción, el consumo y comercio de bienes y servicios de todo aquello que nos rodea. Esto es básicamente el concepto de economía.
Por lo general, se rige por una tradición histórica en la que se involucra la cultura, la geografía y las leyes de una región. En Latinoamérica, existen tres países que se organizan bajo la modalidad de economía autoritaria.
Como cada sector es distinto entre sí, aun cuando compartan fronteras, todos los mercados son diversos. Sin embargo, todos adoptan algún sistema económico; el que mejor les convenga según sus intereses.
Existen diferentes sistemas de economía, pero en este artículo nos centraremos en uno solo, la economía centralizada o autoritaria.
Sistema centralizado o autoritario
Anteriormente se explicó de manera sencilla la definición de economía, ahora partiendo de ella desarrollaremos lo que es la economía centralizada.
El sistema económico conocido como economía centralizada, planificada o autoritaria basa su producción, distribución y consumo de los bienes y servicios en la voluntad de una persona o grupo de poder. Todo el sistema queda sometido a la voluntad de una autoridad que impone su criterio al resto de individuos que conforman el Estado. Es por ello que se concibe como un mercado de valores muy limitado en cuanto a la asignación de recursos; y, en consecuencia, a la planificación del sector empresarial privado.
Dentro de esta economía de mercado centralizada el Estado es quien debe planificar todas las decisiones en cuanto a la distribución; producción; ofertas y demandas de los bienes y servicios que ofrece.
De este modo, adquieren un mejor control sobre la manufactura y su distribución. Al tener este control, el Estado podrá fijar precios y racionará dependiendo de sus necesidades; para ello tendrán a su favor las leyes y decretos que podrán manejar a su conveniencia.

Por lo general, este tipo de sistema económico la encontramos en países que están gobernados por figuras autoritarias o dictaduras de pleno; donde el gobierno adquiere el control total del proceso de manufactura y, en algunos casos, hasta del equipamiento de las industrias. Usualmente, el Estado no reconoce la propiedad privada en los medios de producción.
¿El sistema económico centralizado supone alguna rentabilidad?
Entre las posibles ventajas que algunos observan en el sistema de economía centralizada se tiene la capacidad de suministrar a su población los productos y servicios a un precio razonable. Para lograrlo el gobierno deberá crear y supervisar regulaciones inteligentes que no afecten ningún eslabón de la cadena productiva. No obstante, la historia ha demostrado que, por lo general, los gobiernos solo se interesan en las fuentes más valiosas; descuidando aquellas que menos créditos da, como la agricultura.
En una economía centralizada el ingreso per cápita suele disminuir en comparación con las economías libres; pero esto siempre dependerá de cómo se implementen las políticas económicas. No hay que olvidar que este índice está en estrecha relación con el Índice de Progreso Genuino y el de Bienestar General, donde se consideran el progreso social, la salud, la educación y el medio ambiente. Factores que no se deben olvidar cuando se implementan este tipo de sistemas.
Países con economía autoritaria
El ejemplo común de un sistema centralizado es el ocurrido bajo el régimen de Adolf Hitler en la Alemania Nazi. En la actualidad, muchos coinciden que los sistemas de Corea del Norte, de Cuba o Venezuela cumplen con las características de la economía autoritaria; aunque muchos otros investigadores apuestan al término “parcialmente centralizado” para el caso de estos dos últimos países, por lo que puede decirse que forman parte de una economía mixta.

Según el último Índice de Libertad Económica, realizado por The Heritage Foundation y Wall Street Journal, los primeros 5 países con menos libertad económica son: Corea del Norte, con 5,8 puntos; Venezuela con 25,2 puntos; Cuba con 31,9 puntos; República del Congo con 38,9 puntos y Eritea con 41,7 puntos.
Llama la atención que de los 180 países analizados, la mayoría pertenezcan al continente africano; siguiendo de cerca tres países latinoamericanos, además de los mencionados anteriormente, Bolivia se alza en el octavo lugar.
Aunque no podemos catalogar a estos países dentro de una economía autoritaria como tal; sí siguen un sistema de planificación cercano a ella. Esta tendencia ha afectado el funcionamiento de libre mercado que otros países del mismo continente aplican; ocasionando problemas que deben atender entre los acuerdos de comercio planteados en la región.