Las campañas electorales son lapsos en los cuales los candidatos realizan promesas a los ciudadanos con propuestas casi mágicas para solucionar los problemas. Este es el caso del político Jair Bolsonaro, ganador de la primera vuelta en los comicios de Brasil y posible ganador de la presidencia del país.
Bolsonaro se ha destacado en el plano internacional por sus constantes comentarios controversiales sobre la violación, el machismo, la homosexualidad y muchos otros temas. Lo que sí ha dejado claro, es su pensamiento reaccionario y de ultra derecha.
Jair Bolsonaro una candidatura de importancia para la economía mundial
Las elecciones de cada país ponen en alerta a las naciones vecinas, quienes están atentas a las medidas sociales, políticas y, sobre todo, económicas que los candidatos proponen. Así, los ojos se posan sobre Bolsonaro, quien va ganando la carrera a la presidencia de Brasil. El mundo está a la espera de la segunda vuelta electoral, pero este militar de reserva promete alzarse con la victoria.
Jair Bolsonaro se ha destacado en importantes cargos políticos de su país. En la actualidad ejerce como presidente de la Cámara de Diputados de Brasil por séptima vez. Ha expuesto en múltiples ocasiones su postura conservadora y nacionalista; la cual causa temor por las medidas que pueda tomar en su futuro mandato.
El mundo contemporáneo se caracteriza por una integración de todos los países, a esto le llamamos globalización. Es decir, en la actualidad todos los países están vinculados por redes económicas que, de algún modo, afectan a cada nación que la integra. Existen tratados internacionales, acuerdos, convenios e instituciones de negociación. La organización interna política y económica de un país es de preocupación global.
Este es el caso de Brasil, que tiene a todo un continente a la espera de los resultados electorales. La derecha extrema está próxima a la victoria y con ella las propuestas económicas de Bolsonaro; las cuales se deben observar con lupa, y debe preocupar tanto a los ciudadanos de a pie, como a los economistas de cada parte del mundo. Es la manera de comprender cómo se verá afectada la economía mundial.
Propuestas económicas de Bolsonaro
Ya es característico, en este candidato, la forma como ejerce su opinión radical en casi todos los aspectos que importan en su país. Sin embargo, en lo que respecta a la economía admite su poco entendimiento y proclama como su mano derecha en este tema a Paul Guedes.
Dentro de esta poderosa dupla se han propuestos distintos caminos para alcanzar el bienestar económico en un plazo bastante corto. Han hecho públicas todas las metas que alcanzarán, de lograr la presidencia, pero las herramientas para alcanzarlas aún no están del todo claras.
Bolsonaro enaltece los principios liberales, y señala que en la historia republicana de Brasil, nunca se han adoptados dichos ideales. Hacia ese camino se dirigen sus estrategias: al liberalismo económico. Con el que, según el candidato, los ingresos aumentarán.
Con respecto al déficit fiscal, promete que no existirá en el año 2019. ¿Cómo lo hará? Es una pregunta que muchos se hacen y a la que el candidato responde de manera vaga, poco concreta. Habla de la privatización de muchas empresas nacionales; la venta de propiedades del gobierno y concesiones.
Tomará acciones en contra del privilegio que tienen los entes gubernamentales. Señala que el Estado produce entre deudas y déficit un consumo del 45% de los recursos de la nación. Si la gestión pública no tiene sentido en alguna institución esta será cerrada o privatizada.
Para aplacar el miedo de algunos grupos, asegura que aquellas instituciones estatales de carácter estratégico no pasarán a manos del sector privado, entre ellas se encuentra el núcleo Petrobras. No obstante, hay quienes no confían en su palabra y solo ven contradicciones en sus discursos; de modo que, la duda ronda en sus planes de gobierno.
Economía de derecha
Guedes y Bolsonaro, en pocas palabras, trabajan para implementar políticas conocidas en el mundo como market-friendly. Estas políticas son definidas como aquellas que son amigable con el mercado, tanto nacional como internacional, y promueven un comercio libre. El problema de esta estrategia es que, en muchos casos, se ponen por encima de las políticas que defienden al pueblo. Atendiendo a lo anterior, podemos aseverar que su candidatura, en todos los aspectos, es liberal.
Jair Bolsonaro muestra su descontento por la abundancia de ministerios. Para él el país funcionaría mejor con menos instituciones estatales. Por lo que su gobierno apunta al recorte de 29 a 15 ministerios. Por otro lado, en su plan de gobierno está la creación de una entidad superior de Economía que unifique a los organismos relativos con el Comercio Exterior, Hacienda y Planificación.
Una de las propuestas que más ha causado confusión, es la de cambiar el plan de jubilación por uno de tipo individual de capacitación. Estos se caracterizan por aportar mayor libertad al individuo, quien decide de qué forma gastará el dinero cuando sea jubilado. La duda sobre esta propuesta surge en cómo se gestionará el dinero de las personas que ya han aportado capital al plan de jubilación anterior. Todo queda en la incertidumbre y en simples propuestas electorales.
Si hay alguna duda en que el cambio de presidente en Brasil afectará a sus vecinos, le recordamos que Jair Bolsonaro también ha hecho fuertes declaraciones sobre el Mercosur. El candidato comenta que en la actualidad el bloque perteneciente a dicha organización, no tiene nada que aportar al mundo. Los acuerdos bilaterales son una prioridad para el posible mandatario.
Gobierno a favor de las empresas
El sector privado celebra la candidatura de Jair Bolsonaro. Las empresas internacionales esperan su gobierno; ya que ha aclarado que está a favor de disminuir las barreras arancelarias y el costo de los aranceles. Asimismo, apuesta por un mercado nacional abierto para alcanzar mayores riquezas.
Los comentarios de este candidato han causado indignación a nivel mundial. El rechazo internacional es claro, pero en Brasil está ganando las elecciones por un porcentaje alto, 46% de los votos. La segunda ronda promete una victoria para el candidato; sin embargo, Brasil enfrenta una álgida situación con las protestas en contra del proyecto de Bolsonaro. Su gobierno ofrece muchos cambios aunque aún deje dudas de cómo los conseguirá.