Al pensar en prácticas especulativas, muchas veces viene a nuestra mente una práctica deshonesta, mala o negativa. Así se ha vendido esta operación en muchos países y se han hecho campañas políticas para acabar con ella.
Las operaciones especulativas son totalmente normales. Es un tipo de actividad económica que busca generar beneficios monetarios; esto sucede por medio de la compraventa de activos a bajo costo, para luego ser vendidos a precios más altos en el futuro.
Muchos políticos hacen ver esta actividad como dinero fácil. Sin embargo, es una práctica que se realiza en todo el mundo por las personas, corredores de bolsas y empresas. En muchas ocasiones es una medida que tiene la capacidad de equilibrar el mercado.
La especulación, una práctica común
Ni mala, ni buena; en el mundo de los negocios las operaciones no están valoradas moral o éticamente. En realidad, son legales o ilegales y, en el plano financiero, las prácticas especulativas no son ilícitas. No es más que un tipo de inversión donde los agentes asumen riesgos de los que, quizás más adelante, no podrán cubrir.
Aunque muchas personas creen que esta actividad se reduce a comprar barato y vender más caro; las especulaciones tienen un mecanismo complejo. Lograr beneficios en el mercado, gracias a las diferencias que se dan en las cotizaciones; no es soplar y hacer botellas.
Los especuladores o inversionistas deben basarse en las tendencias del mercado y en las posiciones que se han tomado a partir de ellas. Es decir, es necesario que aquellos que se atrevan a esta práctica conozcan los riesgos y el comportamiento de la Bolsa.
Aquellos arriesgados en las inversiones, poseen entendimiento del Mercado Secundario, o de renegociación, donde realizarán todas las operaciones especulativas. Muchas veces la publicidad, las películas o los pensamientos populares hacen creer que invertir, y formar parte activa del proceso que implica, es solo poner dinero y con ello generar ganancias.
Sí, es verdad. Usted puede recurrir a un corredor de bolsa tradicional, o a un broker; en el caso de las plataformas financieras digitales, para confiarle su dinero y que sea él quien logre conseguir los beneficios que desea.
Por otro lado, si quiere empezar a invertir por su propia cuenta, quizás podría considerar la especulación como la práctica que le generará ganancias. Una vez que se quite los prejuicios de los procesos especulativos; podrá ver los beneficios que una actividad totalmente legal, puede generar.
Una práctica en algunos casos perjudicial
Es importante destacar que esta actividad financiera, completamente normal, se puede volver negativa cuando se combina con el acaparamiento. En muchos países, es un fenómeno que produce gran impacto en la sociedad. Ocurre si se compran grandes cantidades de un producto que es necesario, y escaso; o sea, se acapara, con la intención de venderlo a un mayor precio al que la gente no se podrá negar.
¿Cuál es la diferencia de lo que se considera especulación regular? En términos del proceso, es lo mismo. La maldad, o negatividad, recae cuando se hace con bienes que son necesarios para un país. Se acapara, por ejemplo, el combustible. El vendedor sabe que no importa el precio, alguien se verá en la necesidad de este producto y tendrá que comprarlo.
Así, se podría hablar de una actividad desleal con el sistema económico. Causa estragos en el mercado comercial de un país, o comunidad. Los especuladores son vistos como ajustadores de precios a la realidad. También como los causantes de los daños económicos. Ambos casos son posibles, dependiendo de cómo se aplique el proceso.
Existe y hay que saber usarla
Lo cierto es que la prácticas especulativas existen, y las personas consiguen beneficios de ella. Por eso, se debe considerar a la hora de incursionar en el mercado.
Son muchas las maneras de adentrarse en las prácticas especulativas. Lo primero que hay que saber es que las personas dedicadas a esta forma de inversión asumen los riesgos que hay en el mercado. Aceptan y conviven con las pérdidas existentes.
La especulación se pueden dividir en dos categorías. La más común, es aquella que se conoce como “en alza”. Consiste en adquirir un producto para venderlo a precio mayor del que se compró.
La segunda división, es la especulación a la baja. Consiste en la venta de un producto que se considera sobre su valor real; para después comprarlo a un precio menor. La ganancia se refleja en la diferencia del precio entre la venta y la compra.
No solo existen distintas situaciones de especulación en la que se puede participar como accionista. También hay diferentes maneras de beneficiarse de estas prácticas especulativas.
Algunos tipos de especuladores
El nombre que lleva este tipo de inversionistas dependerá de cómo realicen la compraventa de activos financieros; en qué cantidad de tiempo lo haga y cuál es la plataforma usada. Antes de convertirse en algún especulador, lo más importante es informase, conocer en el plano donde se entrará
Cinco maneras en que los inversionistas llevan a cabo las prácticas especulativas
Cuando los operadores intentan realizar la menor cantidad de operaciones diarias, se les considera day trader. El inversionista hace su trabajo en un día; es decir, abre y cierra las distintas operaciones en un solo día. No deja ninguna actividad abierta para concretar después de un plazo de 24 horas. Es una forma de inversión a muy corto plazo.
Para volverse un day trader eficiente se debe tener mucha paciencia. Sentarse frente a la pantalla de gráficos y esperar el momento preciso para hacer una compraventa. Todo puede ocurrir rápido, por ello se debe ser cauteloso, pero a la vez veloz.
Los especuladores llamados scalpers actúan aún más rápido en sus operaciones. Abren y cierran transacciones en cuestión de minutos, incluso segundos. Se basan en los gráficos que están usando para establecer su posición. Los scalpers intentan conseguir pequeños beneficios; y en muchas ocasiones asumen los pequeños riesgos que esto implica.
Aquellos inversionistas que operan en un plazo mayor a las 24 horas son conocidos como swing trader. Los especuladores que se agrupan en esta categoría realizan sus operaciones en un plazo superior a las 24 horas. Sin embargo, no proyectan transacciones más allá de semanas.
El principal objetivo que tiene los swing trader es aprovechar los impulsos que se dan en el mercado.
Los position trader son los inversionistas que realizan sus operaciones en un plazo mayor. Se basan en el análisis técnico y fundamental para tomar sus decisiones de compraventa. Trabajan durante meses o años en una misma transacción.
Es el comercio que más tiempo conlleva. Además de necesitar un alto grado de paciencia, requiere un capital fuerte; que pueda enfrentarse a los distintos cambios en el mercado.
Por último, existen los especuladores llamados spreaders. Estos inversionistas venden y compran contratos simultáneos, que tiene diferentes vencimientos. Intentan alcanzar beneficios en el margen de ganancia entre los contratos; es decir, por medio del diferencial que es conocido como spread.
La especulación puede ser una práctica para todos
Todos los tipos de inversionistas mencionados trabajan en un mercado especulativo, y aplican las operaciones adecuadas para él. En la actualidad, el Internet y las nuevas tecnologías han permitido que las transacciones de la bolsa se realicen con un clic. Lo que antes estaba apartado para grandes financieros, ahora es de uso público.
Si se desea ser un especulador, se deben evaluar los tipos existentes y entender cuál es el más conveniente para el ritmo de vida que se lleva. El tiempo que se dedique a la actividad será el factor determinante para la clase de operaciones que se realizarán.
Las prácticas especulativas son muy comunes en las finanzas. Es hora de entender que no es el villano de la economía y ver que muchas prácticas comerciales son especulativas. No representa una actividad ilegal. Es un sistema que puede traer beneficios y desventajas, como todas las operaciones financieras.