Fondos buitre, los carroñeros de la economía

Con la excusa de querer revivir economías acabadas, los fondos buitre muestran una cara amigable, para luego hundir a los países. En el mundo económico los carroñeros pueden ser buenos, pues, revitalizan las finanzas de una nación. El problema llega cuando la cobranza amenaza con destruir lo que se ha construido.
fondos buitre

En la economía mundial existen distintos mecanismos financieros que prestan sus servicios nacional e internacionalmente. Algunos son privados, otros de carácter público o estatal. Ellos acuden al rescate ante situaciones de crisis económicas. Dentro de la amplia gama de instituciones se encuentran los denominados fondos buitre.

Los fondos buitre se alimentan de las crisis

Los países, empresas y sociedades están en un constante cambio económico. Los ciclos que atraviesan llegan a su fin para darles lugar a otros. Todas las naciones han pasado, en mayor o menor grado, por una crisis financiera; en algunas, es una etapa que dura poco, en otras, se estanca el ciclo y parece no tener fin.

Una situación desfavorable para millones de habitantes es la oportunidad perfecta para ciertas instituciones financieras; que se encargan de prestar grandes capitales para atravesar el periodo de crisis.

Los fondos buitre son fondos de capitales de riesgo que compran las deudas de países, o empresas, en situaciones de crisis cercanas a la banca rota. Su intención es obtener beneficios con la venta de estos activos en un corto o mediano plazo.  Asimismo, realizan una inversión en bonos de la república a un cuarto de su valor nominal, para luego obtener más del triple de los beneficios monetarios.

La clave de estos fondos es que actúan sobre países que rozan la quiebra. Como su nombre lo dice, son buitres que rondan sobre naciones moribundas. Animales carroñeros que buscan ventaja de cadáveres financieros.

Una transacción que parece, someramente, el comienzo de la estabilidad económica de un país; años más tarde se puede convertir en una presión para el pago íntegro de la deuda. Los acreedores no dejan mucho tiempo a sus deudores para devolver el dinero, que deberá cancelar con los intereses.

En la actualidad las transacciones de los fondos buitre son comunes. La mayoría, sino todas, las naciones poseen deudas. Es decir, de una manera u otra deben dinero, que piden en préstamos por medio de bonos.

Los bonos son papeles con un valor que se determina por la economía de un país. Si la economía de la nación mejora, el papel adquiere mayor valor. Al bajar este papel se devalúa.

En el momento cuando los bonos disminuyen su valor, los buitres, que están rondando, se acercan y aprovechan de comprar a precios bajos esas deudas. En un lapso corto vuelan sobre el país, que ha logrado restablecerse, al menos un poco; para cobrar una cantidad de dinero muy por encima de lo prestado.

Buitres: piden más comida, por favor

Todos los préstamos tienen intereses, no hay algo inusual en ello. Pero el dinero que los fondos buitres piden que se les devuelva no parece estar relacionado con la cantidad inicial. En muchos casos es el triple de ella.

Los países podrían renegociar la deuda, o negarse a pagar cantidades injustas. En el segundo caso, los fondos buitre recurren a todas las medidas necesarias para que ese país devuelva el dinero, si no lo hacen van a la quiebra ¿Por qué? Comienzan los embargos patrocinados por el fondo que prestó la cantidad inicial.

Por otro lado, podrían simplemente pagar la deuda. Esto los llevaría al lugar de inicio: la quiebra. La deuda es tan grande que nuevamente se verán en la necesidad de pedir dinero prestado. Además, al aceptar el monto establecido por el fondo, es probable que otros buitres se valgan de ello para hacerles devolver cantidades similares en un futuro. Un ciclo sin fin donde el rico se vuelve más rico, y el pobre más pobre.

Anatomía e historia de los carroñeros económicos

Los fondos buitre operan desde paraísos fiscales. Se valen de muchos abogados especializados en la materia. Tienen un ejército de asesores financieros y sobre todo, cantidades de dinero gigantescas.

Aunque son prácticas comunes en la actualidad, antes de 1970 eran raras y escasas. Fue después de esta fecha cuando los fondos buitre consiguieron proliferarse, debido a la crisis petrolera de la época. Se organizaron sindicatos bancarios para prestar dinero a países en desarrollo.

Entre 1973 y 1980 los préstamos latinoamericanos, por parte de los fondos buitre, aumentaron de forma alarmante en un 70%.  La inmunidad soberana que había permanecido en los años setenta se acabó. Los tribunales que se limitaron a participar en dichas transacciones, empezaron a aceptar las demandas de los fondos por el cobro de sus préstamos.

Para el año 1992 los buitres podían enfrentar a los endeudados en los tribunales para exigir su dinero de forma íntegra. De ese modo, los carroñeros se fortalecían y se alimentaban de situaciones de depresión en los distintos países del mundo.

Con la excusa de querer revivir economías acabadas, los fondos buitre muestran una cara amigable, para luego hundir a los países. En el mundo económico, los carroñeros pueden ser buenos, pues, revitalizan las finanzas de una nación. El problema llega cuando la cobranza amenaza con destruir lo que se ha construido.

Los buitres en el mundo

Distintos Estados se han visto en la necesidad de acudir a los animales carroñeros de la economía. Así fue el caso de Brasil en 1992, que tenía una deuda original de 375 millones de dólares; y tuvo que pagar 955 millones al fondo buitre.

En una situación similar se encontró Perú, cuando Eliot Management compró una deuda de 20 millones de dólares por 11,4 millones. Finalmente, en el año 2000 el magnate ganó 58 millones cuando llevó el asunto a tribunales.

En la actualidad ocurre algo similar con Argentina. Debido a las deudas externas en las que esta sumido el país, el gobierno de Macri ha tenido que lidiar con demandas de los fondos carroñeros. 

Los casos de los fondos buitres cobrando cantidades exuberantes no se detienen. Entre 1970 y 2010 se iniciaron 120 procedimientos de carácter judicial para el cobro de préstamos de los bonos de deudas. Los países encargados de juzgar al resto del mundo son, los padres del capitalismo: Europa y Estados Unidos.

Una solución se asoma

Ante operaciones, en ocasiones bastante injustas, algunos países se han alzado y rechazan el pago del monto establecido por el fondo buitre. En el 2015 el parlamento de Bélgica dijo no a los abuso de las grandes asociaciones; por medio de una ley aprobada el 12 de julio de ese mismo año. En el documento negaron el cobro a los gobiernos de costos irreales de los bonos de deudas. Los prestamistas deben apegarse a la realidad de la compra que hicieron de los activos.

El problema no es el pago, pues, las operaciones financieras funcionan así. Si alguien pide dinero, este se debe devolver con una cantidad de intereses. Son transacciones utilizadas y aceptadas por gran cantidad de personas. Sin embargo, con los fondos buitre se reclama la ventaja injusta; y en muchos casos, ilegítima que imponen sobre el resto del mundo.

Las naciones piden un sistema de cobro que se adapte a las condiciones reales de la economía. Uno que no obligue a formar parte de un ciclo del que no podrán salir. El sistema actual apoya la pobreza del mundo, mientras el 1% de la población vive en la abundancia y el resto del porcentaje sobrevive.

Yamil Alfonzo

Yamil Alfonzo

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