Antes de hablar del anclaje en la economía; que es el tema que nos ocupa, debemos dejar claro su definición y procedencia. El anclaje es la tendencia a emitir juicio, opiniones o tomar una decisión usando como referencia otra información anterior. En otras palabras, alude a la influencia que puede tener en la decisión final de compra o aporte de dinero la información que nos sugiera algún tercero. Por ejemplo, si una persona decide donar un porcentaje a la caridad y la cantidad correspondiente es de 18,75 dólares; el donante preferirá cambiar el importe a 20 dólares para no parecer mezquino.
Otro caso de anclaje, es el que observamos en algunas tiendas donde nos muestran dos marcas de un mismo artículo; ambos presentan las misma características pero el primero está mejor presentado y publicitado que el segundo por lo que la decisión de compra termina en el primero. En ambos casos hacemos referencia a un factor psicológico estudiado en el mundo del Marketing.
¿Cuáles son los efectos del anclaje en la economía?
En el caso de las inversiones y el mundo de los negocios podemos observar cómo los individuos o compañías toman como precio referencial el que coloca otra empresa o persona; esto con el fin de estimar el potencial del producto o servicio al momento de su revalorización. Este procedimiento no es correcto ya que los factores que sirvieron para valorar dicho producto no van a ser los mismos. En ese sentido, reiteramos, el mercadeo juega un papel importante.
A pesar de ser una herramienta de amplio uso, el comprador suele no estar informado sobre el anclaje en la economía. Uno de los ambientes donde es común encontrar este efecto es en el mercado de segunda mano o las tiendas por internet. En el primer caso, las personas valoran sus productos sobre la base de otros similares que haya visto; en el segundo, el comprador cree que adquiere un producto más económico de lo que puede conseguirlo en tienda porque olvida evaluar los costos de envío.
Las sugerencias que plantean los expertos para evitar el anclaje en la economía es ser consciente de su existencia. Luego, tomar una decisión de compra utilizando la experiencia y a través de objetivos ponderados en la importancia del producto. Y, por último, no tomar estas decisiones cuando se esté bajo de moral; ya que el factor psicológico jugará un papel importante.
En el caso de que no sea la compra de un producto sino invertir en una compañía en la bolsa de valores, será necesario analizar los datos positivos más que las promesas futuras y proyecciones de crecimiento.
Anclaje cambiario
En los mercados financieros de un país podemos encontrar medidas económicas, casi desesperadas, para controlar la inflación de ese lugar. Nos referimos al anclaje cambiario; el cual se traduce en fijar una tasa de cambio a pesar de los cambios que presente el mercado. Bajo esta premisa encontramos dos escenarios posibles: uno con un régimen cambiario flexible y otro fijo.
El caso de un régimen flexible supone una política monetaria independiente; situación que otorga cierta flexibilidad de adaptación a los shocks internos y externos. Esto incluiría los cambios en términos de intercambio y tasas de interés. No obstante, este mercado está asociado a altas tasas de inflación lo que produce una pérdida de credibilidad. Por su parte, el régimen de cambio fijo reduce las posibilidades de flexibilización con la intención de amortiguar el ciclo; y, de este modo, ganar credibilidad en las políticas económicas. Asimismo, esta política modera las expectativas de precios y salarios por lo que su tendencia es a reducir la inflación.
La economía política que permite sustentar este tipo de decisiones es la legitimación que resulta de mejorar simultáneamente los salarios reales y la oferta de empleos, en una situación de auge en el sector externo. Algunos ejemplos de esta política económica han sido visibles en ciertos países de América Latina; donde el precio del petróleo ha incidido en los ajustes locales de un mercado que intenta mejorar su expectativa de crecimiento a nivel global, ante un descenso en los tipos de interés en el mundo.
Estos ajustes desorientan a los inversionistas y crea un proceso de anclaje que influye en la toma de decisiones; tanto para la industria nacional como para el proceso de importaciones y exportaciones. El panorama señala un detrimento del desarrollo del sector privado nacional y un incremento en las importaciones. De allí que el proceso de anclaje en una política económica de un país sea una apuesta de riesgo para las políticas de un gobierno.